Estábamos sentados y se viene a mi razón una pregunta. No sé si fue de la nada o premeditado, pero me urgía entender, mejor dicho, entenderlo… Ahí es que me inclino y le pregunto: ¿Vos no crees en nada? (Y sí, que pregunta tan amplia para un simple almuerzo en el Mc Donalls).
Él se sonríe, sabiendo lo que se le venía… su «ateísmo extremo» y mi fe invencible…
Me dijo que en cuanto a lo religioso, no, que él no creía en Dios ni en nada parecido, y que si alguna vez creyó, ya ni se acuerda bien por qué.
Y yo seguía sin entenderlo…
Para él lo único que había era energías, de lo cual concuerdo, pero… Me nombro a las energías como las que influyen en nuestra vida, tanto las buenas como malas, las negativas, y me dijo que para él el hombre era solamente un ser superior porque logró desarrollar la razón, y que por eso teníamos ciertas respuestas en la vida que el animal no, como por ejemplo la religión, la fe.
Y ahí es cuando menos lo entendí… ese pensamiento de creer algo tan superficial, de que somos solo materia más evolucionada, diferenciados del animal solo por la razón, porque si nos ubicamos en la pirámide, ambos sentimos, sufrimos.
Yo no tengo dudas de la existencia de energías, porque díganme quien no se sintió mal alguna vez estando al lado de personas tan negativas, con esa «mala vibra» que te amarga el día, y dejame decirte, que te agota en todo sentido. Es que la energía que produce nuestro cerebro, nuestros pensamientos, es tan poderosa, entonces imaginate las energías negativas por las cuales podemos rodearnos.
Y así es, nosotros somos energía, cada uno de nosotros, siendo los resultados de otras manifestaciones de energía constantes, de las cuales no alcanzamos a conocer, ni a descifrar. Creo que por esto es que el hombre siempre se ha hecho muchas preguntas, como ¿quiénes somos? ¿por qué somos así y por qué estamos aquí? ¿por qué pensamos y por qué actuamos? Millones de preguntas, muy pocas respuestas…
El universo es un campo de infinitas posibilidades, de modo que sería una hipócrita si no aceptara las miles de energías que sobrevuelan por nosotros, nos mueven, nos revuelven, nos cambian, nos desgastan, nos hacen volar, nos dejan sin respuestas… pero si existe todo esto y el universo es tan complejo, cómo voy a pensar solo en un principio y un fin, en una biología aplicada, nacer y morir, en empezar y terminar, no puedo ni quiero tener una forma tan limitada de pensar y ser.
Esta claro que el cuerpo se desgasta, el cuerpo envejece y morimos, pero si tenemos tantos pensamientos, que son ideas, juicios y argumentos, sueños, metas, es decir, tanta energía acumulada, por qué creer solo en una idea como la muerte y el fin. Yo creo que esto es solo una parte muy importante de nuestra vida, donde podemos demostrar lo bueno que somos, no solo para un Dios, sino para nosotros mismos y nuestra humanidad, que necesita tanto ser salvada. Una humanidad tan desquiciada y materialista, que se olvidó de que por algo se nos dio a nosotros el don de razonar, y que la vida es infinita, porque somos energía, trascendemos, nos extendemos, crecemos, y solo con esta mente abierta podemos acercarnos un poco más a nuestra fe.
Creer en Dios no significa estar siempre de acuerdo con la Iglesia. Creer en Dios no significa que no sufras. Creer en Dios no significa ir todos los días a misa, y pretender ser etiquetado como bueno, porque creer en Dios es algo mucho más grande, más intenso, que no se explica fácil, solo se vive y se siente.
Creer en Dios es ser bueno con el otro e intentar hacer siempre el bien, porque creer en Dios es dedicarle tus pensamientos para que te guíe.
Creer en Dios es mucho más que estar o no de acuerdo con todo lo que practica una religión. La Iglesia es una institución, como muchas otras, y en ella hay personas buenas y malas como en todos lados, y ¿por qué? PORQUE TODOS SOMOS HUMANOS. Están esos que te llenan el alma y de esos que te destruyen sin que antes puedas dar un paso.
Yo creo que todas las religiones deberían aprender unas de otras, así como por ejemplo el budismo enseña a meditar, ojalá que todos pudiéramos parar un minuto de nuestras alocadas vidas y ponernos un momento a pensar, y así como el cristianismo nos habla de una salvación personal, en un Dios misericordioso…
¿Y cuál será el gran secreto de este mundo, de todo lo que nos rodea, de todo lo que somos? No lo sé, pero voy por ello, cuando me alejo de las malas energías y me aferro a las positivas, y trato cada día de acercarme un poco más a este Dios vivo, que lo único que me pide es que sea paciente, que no deje decaer mi fe, que los misterios más grandes los voy a descubrir a medida que trascienda y viva el bien, amando y luchando siempre por las cosas buenas que hay en este mundo.
No pretendo leerte la Biblia todos los días porque realmente yo lo hago poco y nada, mucho menos obligarte a creer, simplemente quiero compartirte lo que soy, mi fe. Y hasta que dejen de proclamar teorías sobre este universo infinito y me expliquen el porqué de tantos milagros inexplicables… no me pidas que deje de hacer mis oraciones cada noche.
Y así es como Dios nos manda ángeles constantemente, llenos de energía…
Remember me 